¿Quién es Beatriz Goyoaga?: diálogo con la coordinadora del Arte de vivir

Beatriz Goyoaga de El Arte de Vivir.
“Diferencia entre motivación e inspiración:
la motivación es externa y de corta duración.
La inspiración es interna y dura toda la vida.”

La brisa entra por la ventana y el olor de la primavera se mezcla con la molienda del café de la mañana. Este ritmo sosegado contrasta con la agitación de las noticias que reportan el impacto del Covid-19 y las crisis en diferentes ámbitos. Y los dos tiempos hallan un espacio de balance en una conversación, una nueva realidad. Ocurre una mañana, cuando tres mujeres se reúnen para celebrar lo femenino, el silencio y la creación. Sus orígenes son distintos: España, Inglaterra y Argentina. El lugar de acción es el mismo: Argentina. El pretexto: “Savias: Mujeres para el Futuro”, una iniciativa que busca evidenciar y unir la fuerza que encarna la creación, el cuidado y la resiliencia.

La invitada especial a este diálogo es la española Beatriz Goyoaga, quien se define como “Secretaria de la Divinidad”. Es periodista, experta en política y economía, habla siete idiomas, fue campeona de equitación y recorrió los cinco continentes. Trabajó para medios reconocidos como el Daily Mail de Inglaterra, el Sydney Morning de Australia o el Herald de los EE.UU. En su labor entrevistó a personajes como la Reina de Inglaterra, George Bush o Nelson Mandela, entre otros. Pero un giro en su carrera llevó las luces del exterior al camino interior. De la mano de su maestro espiritual Sri Sri Ravi Shankar, comenzó un camino de autodescubrimiento y crecimiento al que ha dedicado más de veintidós años. Es las Coordinadora del la Fundación Arte de Vivir para Latinoamérica y España; fundó la organización en Argentina, y ha enseñado a decenas de miles de personas prácticas de meditación y respiración para vivir mejor. 

Cuando se le pregunta sobre esta nueva experiencia de conversar en la virtualidad, afirma: “Es como una caja de bombones”. Esta dulce metáfora sirve también para describir a una mujer que externamente tiene el brillo, la fortaleza y el carisma de una profesional exitosa, e internamente posee la dulzura, el equilibrio y la capacidad de deleitar el corazón, resultados de una sincera práctica interior. En esta entrevista para Hojas de Inspiración, Beatriz Goyoaga analiza con lucidez los tiempos que atravesamos y hace una desafiante invitación: a estar despiertos, aceptar los cambios profundos y comprometernos con el arte de vivir.  

Lakshmi: Por más de veintidós años has cultivado un camino de discernimiento y mirada crítica. ¿Qué has descubierto personal y socialmente en este tiempo de pandemia? 

Yo sólo soy un cable, la pantalla por la que me ves y las ondas electromagnéticas por las cuales otras personas nos ven, no son lo mismo que el cable. Sólo repito el conocimiento del universo que no es mío, sino que me ha sido transmitido por mi maestro Sri Sri Ravi Shankar. No me considero una maestra, sino una persona que sigue los pasos de alguien que hace lo que dice y no sólo dice “hagan”, él también hace. No se trata de “tomemos fuerza y corran, sino de tomemos fuerza y vamos”.

Con este sentido, la Fundación El Arte de Vivir es un trabajo de eslabones y a su vez de cadena, pero yo soy un eslabón de la cadena que va transmitiendo. Somos cientos de miles alrededor del mundo y 450 millones de personas ya han participado de las técnicas. Algunas cadenas son más gruesas y ligan los demás eslabones; otras son finas, como las que nos ponemos en el cuello. Soy un eslabón de esa cadena en la que trabajamos en equipo.

Durante estos días de la pandemia, he descubierto que nos necesitamos unos a los otros más que nunca. He aprendido que si uno está fuerte en su mente, equilibrado y tranquilo, puede ser el soporte de familiares, amigos, vecinos y demás miembros de la comunidad. 

La importancia de estar bien parado se asemeja al cable de acero que sujeta las casas en la Antártida. Allí los niños van sujetados con un arnés y un cable de acero, porque los vientos son fuertes. De esa forma van de sus casas hasta la escuela. He descubierto que tenemos una fuerza tremenda dentro. Durante esta pandemia algunos la hemos sacado para ser cables apoyo de otras personas, quienes no estaban con el arnés puesto y tambaleaban con el viento, debido a las malas noticias laborales, al miedo al contagio, la inseguridad y demás desafíos. Trabajar en el cultivo de una mente sana permite acompañar a quienes nos rodean.

Las mujeres son más fuertes emocionalmente. Han sido hechas para el parto y el trabajo. En muchos espacios laboran todo el día y luego atienden las necesidades del hogar. Cuando llega el momento de la sangre y la enfermedad, la mujer se arremanga y busca la fuerza con la premisa de “esto lo vamos a solucionar”. Algunos varones, por el contrario, con un resfrío se ponen nerviosos. La fuerza física de los hombres es mayor que la de las mujeres, pero en esta pandemia he descubierto sobre todo la fuerza emocional y mental de las mujeres.

Otra herramienta que utilizo a menudo es mi meditación. En medio de este desafío la he duplicado, e incluso hay días cuando medito hasta tres veces por la serenidad que me genera. Meditar ayuda además a mejorar el sistema inmunológico. No sólo se trata del barbijo, sino de tener las defensas listas para poder decirle al coronavirus: “Si vienes, te acepto”.

Lakshmi: ¿Qué herramientas de tu camino estás implementando para acompañarte y fortalecer ese ‘cable de acero’?

Respecto a las técnicas que he utilizado, he duplicado la cantidad de meditación. Hace veintidós años que hago técnicas de respiración. La Sudarshan Kriya es una técnica de respiración que aplica diferentes ritmos. Hace aproximadamente cuarenta años, Sri Sri Ravi Shankar ‘bajó del universo’ esta práctica y dijo: “Esto va a ser una herramienta para la humanidad”. Yo la aprendí con él y me cambió la vida al permitirme tener más serenidad, foco, productividad, paciencia y alegría. Esta técnica la practico a diario, aunque llueva o truene. Suelo decirle a la gente: “Si te vas a casar, primero haz una Sudarshan Kriya; si vas a morir, primero haz Sudarshan Kriya; si te vas a operar, primero haz una Sudarshan Kriya”.

Otra herramienta que utilizo a menudo es mi meditación. En medio de este desafío la he duplicado, e incluso hay días cuando medito hasta tres veces por la serenidad que me genera. Meditar ayuda además a mejorar el sistema inmunológico. No sólo se trata del barbijo, sino de tener las defensas listas para poder decirle al coronavirus: “Si vienes, te acepto”.

Constanza: ¿Cuál fue ese momento de inflexión en tu vida que te llevó de la vorágine de los medios a este camino espiritual tan profundo, con tanta calma? 

Sigo siendo periodista, creo que es algo que no se deja nunca. Por eso no considero que haya habido un punto específico. Todos nacemos en esta vida con una misión y en algún momento cada uno la descubre. En mi caso, de niña no tenía la más pálida idea de que iba a encontrar un camino de la evolución como en el que estoy o iba a tener un maestro de la India, con los pelos raros, con la barba rara, todo rarísimo (risas). Crecí en una familia conservadora católica, pero ya en ese entonces, con nueve años yo decía: “Cuando sea mayor voy a ir de congreso en congreso por el mundo, hablándole a la gente”. 

Recuerdo vívidamente una anécdota sobre este tema que sucedió en clase de religión. El padre preguntó: “¿Qué es el cielo?”. Yo tenía diez años, levanté la mano y dije: “Entender. Entender a Dios, entender el tiempo y entender el amor”. El padre dijo: “Ni siquiera ella sabe lo que ha dicho”. En ese momento, pensé qué habré dicho, pero años después, al recordar aquella situación, supe que ya de niña tenía el ‘gusanito’. Después, la vida fue llevándome de una casualidad a otra y aterricé donde tenía que aterrizar, allí pedí pista y me dijeron: “Ready, road free” .

Desde El Arte de Vivir estamos transmitiendo sin costo o poniendo a disposición los programas del estrés laboral y eliminación de los miedos a todo el personal de salud. Lo mismo hacemos con las fuerzas de seguridad y con la Policía.

Lakshmi: En este tiempo atravesamos además desafíos políticos y económicos. Los expertos afirman la llegada de una segunda ‘pandemia’, asociada con una crisis de salud mental. ¿Qué visión está emergiendo en ti y tu organización para acompañar este momento?

El miedo ya es la pandemia instalada. Es el miedo el que va a afectar la salud mental. Por eso, en este momento, todas las personas que estamos ocupándonos de los demás debemos expandir nuestros brazos.

Recuerdo que hace poco más de un año, sin tener idea de todo esto, Sri Sri Ravi Shankar estaba dando una gira por Estados Unidos a la cual asistí, me miró y me dijo: “Mil instructores más para México, dos mil instructores más para América”. En América Latina somos alrededor de tres mil instructores y en el mundo unos 53.000. Sin embargo, hizo esa petición y me dije: “¿De dónde los vamos a sacar?” Ya estaba en su cabeza este conocimiento de los desafíos por venir y la necesidad de extender nuestros brazos y ayudar a transmitir. 

Desde El Arte de Vivir estamos transmitiendo sin costo o poniendo a disposición los programas del estrés laboral y eliminación de los miedos a todo el personal de salud. Lo mismo hacemos con las fuerzas de seguridad y con la Policía. Las organizaciones como las nuestras tienen que salir a ayudar a la gente que más lo necesita y ofrecer servicios como: “El Arte de Vivir te escucha”, donde damos nuestro teléfono y dialogamos con la gente.

El Arte de Vivir es activa en el servicio y este propósito surge del amor. Empieza cuando amas algo y desde allí quieres ayudar. Por ejemplo, si amas a tu bebé, quieres que crezca sano. O cuando amas a tu pareja, quieres cuidarla y que sea exitosa. De la misma forma, cuando amas a la Divinidad, quieres ayudar. 

Es así como se profundizan tus prácticas, tienes mejores meditaciones y hasta mejores experiencias. Cuando esto sucede, entiendes mejor el conocimiento, la vida y la existencia. Entonces quieres ayudar más todavía. Todo comienza con extenderle la mano a otro y decirle: “¿En qué te puedo ayudar?, ¿cómo te puedo servir o serte útil?”.

En El Arte de Vivir creemos que si puedes secarle las lágrimas a una sola persona, ya ha valido la pena que hayas venido. No todos podemos ser la Madre Teresa e irnos a Calcuta, pero sí podemos cuidar a quienes nos rodean.

Las ‘madres socorro’ están disponibles para sus niños y el barrio, incluso llegan a alimentar cientos de pequeños en los comedores. Admiro a ese tipo de mujeres tanto como puedo admirar también a una académica. No es la academia o el intelecto lo más importante para mí, sino la apertura de su corazón.

Lakshmi: Savias: Mujeres para el futuro es un proyecto que busca resaltar la diversidad de la sabiduría de las mujeres, ¿qué mujer o mujeres admiras, por qué y cuáles son los valores de ellas para el futuro?

Admiro a las madres más pobres, con varios hijos, que viven en espacios de pocos metros cuadrados y cuidan a otras personas. Atienden la casa y en oportunidades también apoyan a sus parejas, si es que la tienen, porque a veces se encuentran solas. Las ‘madres socorro’ están disponibles para sus niños y el barrio, incluso llegan a alimentar cientos de pequeños en los comedores. Admiro a ese tipo de mujeres tanto como puedo admirar también a una académica. No es la academia o el intelecto lo más importante para mí, sino la apertura de su corazón.

También admiro como mujer a la hermana de Sri Sri Ravi Shankar. Se llama Bhanu-Narasimhan y le dicen “Bhanu Didi”. Ella actúa desde un perfil bajo y no se jacta de ser la “hermana de”. Desde luego, haber nacido en una familia donde nace un Maestro que camina el planeta es complejo.  Es un ser humano que atrae a millones de personas de enorme diversidad. Sri Sri Ravi Shankar va caminando el planeta para la guerrilla colombiana de las FARC, la familia real de Arabia Saudita o los campesinos más pobres de la India, quienes se sientan a esperarle dos días en la ruta para verle pasar. La diversidad en las religiones, en los caminos espirituales, pero la diversidad ante todo. Él dice “todos son parte de mí”.

En este contexto, su hermana camina con perfil bajo, enseña con mucha dedicación y a todos les hace sentir bien. Incluso a mí misma, cuando llego a su casa: soy un garbanzo más de la olla, pero como su mente es elevada, me hace sentir especial. Su trayectoria la ha llevado a estar en las Naciones Unidas, ha participado en las conferencias internacionales de mujeres y en otras actividades de gran relevancia. 

De la vorágine a los bombones 

Constanza Soler: ¿Qué análisis haces hoy del periodismo, en estos tiempos de inmediatez, vorágine y redes sociales?

El periodismo en todo su espectro, desde los dueños de los medios de comunicación a los editores y periodistas, tienen una obligación que no están cumpliendo y que es la de transmitir también las cosas buenas. Están sentados en el amarillismo, focalizados en la pandemia, que ha sido sacada de contexto por unos medios motivados por la competitividad y por la venta. Por otra parte, si ahora abro las noticias en las redes sociales, en su mayoría, son un abordaje de chismes. Lamentablemente, si se ha investigado algo fantástico como la posibilidad de llegar a Saturno, nadie se entera. Creo que los medios han ido hacia un lugar que no corresponde, y la gente cuando los lee cree que es la verdad del Evangelio. 

Los periodistas tenemos la responsabilidad de dar una información completa. No me expreso en contra de lo conocido como “chismes”, sino que enfatizo en la necesidad de ofrecer la información completa. Si sólo generas contenido de chisme, después hablas de la muerte de miles de personas y concluyes que morirán miles más, estamos ante un triste escenario. Creo que los medios no están colaborando en el camino hacia una mejor humanidad, sino que solamente están enfocados en la lucha feroz de quién vende más. 

Constanza: ¿Para el periodismo, el miedo es un negocio?

El miedo es un gran negocio, una herramienta que se puede utilizar para manejar a las masas. A la sociedad entera la puedes encerrar con miedo, como es en el caso de Argentina, donde estoy. Lo mismo en el resto del mundo, donde se amenaza constantemente con que tú y tu familia morirán. Este miedo se utiliza en muchos casos y hay que estar consciente, porque liquida al sistema nervioso y paraliza. Hay gente que por el miedo no puede avanzar en la empresa o su carrera.

La maleta se ha agrandado ahora y la diferencia de cuando iba en la maleta en mis viajes, es que sólo me podía tomar un té o café en los aeropuertos o entre curso y curso, y ahora tomo bombones. Porque la pantalla (en referencia a las videollamadas), con todas estas cajitas es como una caja de bombones, bombones diferentes y con una sonrisa.

Constanza: Te defines como una residente de “la maleta”. En estos tiempos de pandemia, ¿cómo has hecho lidiado con ese encierro y qué es lo que más extrañas de la maleta?

Sigo siendo residente de una maleta. En este momento, estoy conversando con una inglesa y una mendocina. Soy una española que está sentada en Buenos Aires. La maleta se ha agrandado ahora y la diferencia de cuando iba en la maleta en mis viajes, es que sólo me podía tomar un té o café en los aeropuertos o entre curso y curso, y ahora tomo bombones. Porque la pantalla (en referencia a las videollamadas), con todas estas cajitas es como una caja de bombones, bombones diferentes y con una sonrisa. Ahora veo un bombón inglés, un bombón de almendras, uno con dulce de leche y así sucesivamente. Entonces, mi maleta se ha convertido en la pantalla y acepto lo que me toca. Además puedo llegar a más personas y sé que ya se abrirán de nuevo los países para que pueda volar. Por ahora, vuelo con el corazón directo a los hogares.

Constanza: Con el avance de la tecnología, la virtualización de las relaciones y el posible colapso planetario por el cambio climático, ¿cómo logramos como especie volver al interior, a la Fuente, en este contexto de tanta exteriorización?

Ya estamos volviendo. No creo que habrá un colapso planetario. Le costó a la Divinidad  millones de años de lluvias torrenciales para crear los océanos y que empezase la vida. No creo que nosotros en doscientos años vayamos a aniquilar el planeta; rápido puede venir otro virus y 50% de la población fallece. Creo que es la Divinidad quien tiene control de todo. A nosotros tanto el miedo como la arrogancia nos hacen creer desde el ego que manejamos las cosas para bien o para mal. Sin embargo, todo está manejado por los hilos del Universo. Entonces creo que el planeta tendrá sus cambios como estamos teniendo.

Van a haber cambios, pero también hay que pensar en otras épocas. Nuestras bisabuelas no podían imaginarse que íbamos a subirnos en un pájaro metálico y en pocas horas estaríamos en Italia. Hoy en día no sólo lo hacemos, sino que tenemos la posibilidad de enviar nuestras fotos en treinta segundos a China.

Nos adaptaremos y a la par la gente crecerá espiritualmente. Tomará consciencia sobre el respeto por la naturaleza; la importancia de ayudar a los demás; la creación de una sociedad más ecuánime; la repartición correcta, o la comprensión de que el dinero también es una energía que da Dios, así como nos da la medicina o al médico que nos opera. Considero que toda actividad: manejar un camión, ser periodista, ser director de empresa, o incluso estar dirigiendo un movimiento de meditación, pertenecen a un mismo Todo

Constanza: ¿Quién es Beatriz según Beatriz?

Yo soy Pitonisa. Beatriz es una marioneta y a la vez una secretaria de la divinidad. Mi vida es para el Universo, yo no lo decido, soy una marioneta secretaria y una secretaria marioneta.

Fotos: Beatriz Goyoaga, archivo particular cortesía de la entrevistada. Sri Sri Ravi Shankar, foto de Andrew Amerikov (Flickr, Creative Commons). 

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